Hay tantos motivos para abrir un blog como blogueros y blogueras hay. Nadie encaja 100% con un motivo determinado puro sino que suele haber un mix de motivos. Además, a veces suelen ir cambiando con el tiempo.
La mayoría de blogs comienzan sin rumbo fijo aparente, pero aún así siempre hay un motivo detrás:
- Necesidad de expresarse.
- Querer compartir un hobby.
- Localizar a gente con iguales gustos.
- Diario personal (y aquí entrarían los diarios de la gente que cambia de peso, los diarios de embarazos,...)
- Gente que tiene una tienda física y quiere comunicar más con su público.
- Ofrecer un producto o servicio.
- Gente que ha oído que se puede vivir de internet.
...
Y muchos más que ni se me habrán ocurrido, seguro.
Todos los motivos son posibles y lícitos, también aquellos que lo que buscan es rentabilizar económicamente un blog. Algo que no sé por qué está mal visto en España, no así en EE.UU. Pero esa es otra historia.
Lo primerito que hay que hacer es...:
Pensar por qué quieres abrir un blog
De ello dependerán la estrategia y la táctica (ahora hablaremos de eso). De ese por qué, de ese motivo, dependerán decisiones futuras como:- El nombre que le pongas al blog.
- Si compras o no un dominio.
- Si vas a hacer SEO o te van a dar un poco igual las visitas.
- La imagen que le darás.
- El tipo de lenguaje y el tono que emplearás al escribir.
...
Y mil cosas más.
Por tanto, lo primero es pensar en ese por qué. Pensar en lo que se llama la misión. En cuál es la misión del blog. Su motivo último. Su razón de ser.
¿Y después? Después se piensa en la estrategia. En cuál va a ser el plan a largo plazo. Es el para qué.
Con un blog pasa como con todo en la vida. Lo ideal sería empezar las cosas con una estrategia, con un plan.
Y repito: con un blog pasa como con todo en la vida. Porque no es lo que suele pasar. Y eso tiene sus consecuencias.
Lo suyo es hacer las cosas bien desde el principio, no al tuntún.
Y repito: con un blog pasa como con todo en la vida. Porque no es lo que suele pasar. Y eso tiene sus consecuencias.
Lo suyo es hacer las cosas bien desde el principio, no al tuntún.
La táctica. Ese sería el tercer paso. Es como el plan pero a corto plazo. El cómo. Y está compuesto de pequeños pasos o acciones concretas.
Un ejemplo
Imagínate que decides ser filóloga. Y que sabes por qué vas a ponerte a estudiar. Toda la vida has querido ser profesora de literatura y transmitir a los niños el placer de la lectura. Tienes un motivo. Una misión.
Cuando se empiezan unos estudios, el centro de formación te propone un plan, una estrategia: tienes que hacerlo en cuatro años, cada año tienes que aprobar doce asignaturas. Ese plan puede o no coincidir con el tuyo. Puede que trabajes a la vez o que tengas niños y entonces tu plan "adaptado" va a ser aprobar todo en seis años, por ejemplo. Puede que tu plan personal también incluya aprender a jugar al mus y conocer gente.
Y a continuación piensas en una táctica para desarrollar esa estrategia. Te levantarás una hora antes todos los días para estudiar, te llevarás los libros al baño y repetirás las lecciones en voz alta mientras cocinas.
Con un blog pasa lo mismo. Deberías reflexionar sobre cuál va a ser su misión, tener pensada una estrategia y una táctica.
Con el paso del tiempo misión, estrategia y táctica pueden cambiar. Por tanto, esto es algo sobre lo que hay que reflexionar de vez en cuando.
Habrá que ir adaptando la táctica por el camino, ya que mientras que los estudios dependen diría yo que un 99,99% de una misma, en un blog hay un tú, sí, pero también un ellos: los lectores. Tu gente. La gente que te dará un feedback continuo y te hará saber si vas o no por buen camino. La gente que te hará pasar del tú al nosotros.
Con el paso del tiempo misión, estrategia y táctica pueden cambiar. Por tanto, esto es algo sobre lo que hay que reflexionar de vez en cuando.
Habrá que ir adaptando la táctica por el camino, ya que mientras que los estudios dependen diría yo que un 99,99% de una misma, en un blog hay un tú, sí, pero también un ellos: los lectores. Tu gente. La gente que te dará un feedback continuo y te hará saber si vas o no por buen camino. La gente que te hará pasar del tú al nosotros.
La táctica cambiará según ese feedback de los lectores (y del que te des a ti misma) y también lo hará si la estrategia se modifica. Si la filóloga del ejemplo finalmente decide impartir clase en la escuela pública tendrá que opositar, por lo que ya no le valdrá estudiar un par de horas al día sino ocho.
¿Y qué pasa si el motivo inicial del blog cambia?
Es posible hacer convivir varios motivos en un único blog. Como os dije antes, normalmente los motivos no son puros sino que lo que hay es un mix de motivos. Y además, en el camino podríamos cambiar de motivos o añadir otros nuevos. Podría darse el caso de alguien que disfrute compartiendo su pasión por la fotografía, sus fotos y sus trucos. Y que con el tiempo empiece a ofrecer en el blog servicios fotográficos para bodas.
Pero también hay misiones incompatibles o que "no pegan bien" bajo el mismo techo. Pasa hasta en las mejores familias. ¿Mi consejo? Divorcio de común acuerdo.
Abre otro blog.
Eso es lo que he hecho yo con este blog. Porque en mi otro blog hablo de cosas muy distintas y cuando me daba por tratar temas informáticos o de Blogger como que no pegaba mucho la cosa. De esta manera no habrá confusión de a qué se dedica cada blog y qué se puede encontrar en él.
Y tú: ¿ya sabes por qué quieres abrir un blog?